“LAS DEUDAS SE PAGAN, LAS ESTAFAS NO”



Más de 100 personas participaron de la charla-debate “DEUDA EXTERNA ILEGÍTIMA. POR QUÉ NO PAGARLA”, que contó con la presencia de Alejandro Olmos Gaona, especialista en la materia y asesor del interbloque de diputados Movimiento Proyecto Sur.

La actividad, organizada por el Movimiento Libres del Sur y el Movimiento Universitario Sur de La Plata, se realizó esta tarde en la sede de ATE, en 8 entre 55 y 56.

Durante su intervención, Olmos Gaona sostuvo que “cuando se habla de la deuda se supone que es un problema de naturaleza puramente económica, algo del gobierno y ajeno al pueblo, pero uno de los elementos fundamentales acerca de por qué nos afecta la deuda es que cualquiera de las personas que compra algo está pagando un impuesto que tiene varios destinos. Uno de los destinos fundamentales es pagar deuda”. En ese sentido, afirmó que “las deudas se pagan, las estafas no y, la deuda externa Argentina es el ejemplo más claro de una gran estafa que se ha venido pagando desde 1976 hasta hoy, sin ningún tipo de solución ni de corte definitivo”.

El asesor del interbloque de diputados Movimiento Proyecto Sur, recordó que la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, hace algo más de un mes, dijo que “había que pagar” y que “no había forma de terminar con esto porque la única oportunidad de investigar la deuda se dio en el gobierno de Raúl Alfonsín y, como él no hizo nada, ella no puede hacer nada”. Sin embargo, Olmos Gaona cuestionó que “esto no tiene nada que ver con la realidad porque así como su gobierno y el de su antecesor, Néstor Kirchner, pudieron revertir todo el problema de los derechos humanos a los efectos de enjuiciar a los responsables y condenarlos, exactamente lo mismo se podría hacer con la deuda”.

Además, aseguró que en una carta que le envié el 14 de enero pasado y que “fue respondida con falsedades”, le decía que “pareciera que los únicos derechos humanos son para los muertos y desaparecidos y no para los ciudadanos que son los que sufren las consecuencias de la deuda”.



En ese sentido, explicó que en el Presupuesto Nacional 2010, donde el gobierno postula dónde va a invertir los recursos del Estado, “entre salud y educación hay alrededor de 19 mil millones de pesos mientras que para pagar deuda hay 26 mil 500 millones”. “Si uno analiza los presupuestos para atrás, siempre la principal obligación del gobierno es pagar deuda”, enfatizó.

En tanto, reflexionó que “si contrajimos una deuda, tendría que estar en algún lado”, pero lamentó que “no se construyeron industrias ni viviendas ni nada”.

“Cuando se inició una causa en la Justicia Federal en 1982, para que se investigara qué pasaba con la deuda, se designaron un montón de peritos que fueron renunciando sistemáticamente y quedaron seis que analizaron minuciosamente toda la deuda de la dictadura militar”, los cuales “llegaron a la conclusión de que la deuda no tenía justificativo económica, ni administrativa ni financiera y lo que era peor: no se sabía adónde había ido a parar el dinero de esa deuda, que era nada menos que 46 mil millones de dólares”.

Olmos Gaona afirmó que “con 7 mil millones de dólares anuales, se acaba totalmente la pobreza en la Argentina”. Por lo tanto –señaló- “se supone que con 46 mil millones de dólares la pobreza tendría que haber desaparecido pero no sólo no desapareció sino que además se incrementó. Tal es así que nuestra presidenta, en vez de invertir 7 mil millones para terminar con la pobreza, prefiere invertir 7 mil millones para pagar deuda”.

Además, aseveró que “cuando la presidenta habló en el Congreso, yo pensaba qué tiene que ver su discurso con la gente que come de la basura, los cartoneros que recorren las calles, y la miseria que hay en el país desde la Patagonia hasta el norte”. “Pensaba cómo ese discurso es insostenible, porque hay que cambiar los números oficiales para decir que los índices de inflación son bajos cuando todos los precios aumentan; que los índices de pobreza decrecen y uno ve que la pobreza aumenta”.

Por último, se preguntó “¿Cómo es posible que en un país que produce alimentos para 250 millones de personas y es el cuarto productor de alimento, con una población de 39 millones, haya gente que no tiene para comer?”, al tiempo que resaltó que “cuando se generó la deuda en la dictadura, esto no sólo obedecía a un plan de endeudamiento sino también a un proyecto de destrucción de toda la estructura económica del país. Fue muy claro Martínez de Hoz cuando lo planteó diciendo que nuestra estructura económica era obsoleta y había que abrirla al mercado internacional para tener un país moderno. Así nos fue”.



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