Congreso FULP 2017. Contra la derecha: Inventamos o erramos

Con la llegada de Macri al gobierno se puso en evidencia la propuesta educativa de Cambiemos: ajuste y represión para consolidar una educación de dos pisos, para ricos y para pobres. A esta propuesta de una educación al servicio del mercado y de la promesa del éxito individual le oponemos una educación como bien común y derecho humano.
La ideología neoliberal y las políticas retrógradas anti derechos, intentan imponer reformas armadas a puertas cerradas mientras insisten en censurar y reprimir: que de educación sexual no se hable, que de derechos humanos, democracia o desaparecidxs tampoco. Producir y reelaborar conocimiento y prácticas a tono con las demandas sociales de la actualidad no puede pretenderse ajena. Tiene entonces el movimiento estudiantil, junto a los docentes y trabajadores, la posibilidad histórica de convertirse en la trinchera de esperanza para un futuro diferente, construyendo lazos con solidaridad, organización y unidad.
UN PLAN SISTEMÁTICO
El gobierno de Macri avanza contundentemente en el endurecimiento del aparato represivo. Esto se expresa en el plan sistemático de represión a la protesta social que se viene plantando frente al modelo neoliberal; en la mayor libertad de acción a las fuerzas de seguridad; y con la desaparición forzada de Santiago Maldonado en manos de la gendarmería nacional hace 50 días. Todo esto, sustentado en un discurso propio de la última dictadura cívico-militar, buscando justificar esta violenta avanzada sobre los Derechos Humanos. Pese a este intento de disciplinamiento, los movimientos sociales de la economía popular nos muestran el camino para enfrentar el ajuste del gobierno. La emergencia social y alimentaria sigue tocando fuerte la puerta de la universidad y el movimiento estudiantil no puede mirar para otro lado. Es momento de hacer crecer la solidaridad, gestando la unidad de estudiantes y trabajadorxs para salir a expresar lo que no cuentan los medios y ahí en la lucha también formarnos; desde esa praxis construir el futuro. La Universidad, como enorme usina de ideas, tiene que abrir sus puertas al pueblo, escuchar e interactuar.
Es un momento histórico para el movimiento de mujeres, luego del primer “Ni Una Menos”, en 2015, somos cada vez más las mujeres organizadas contra la violencia y el patriarcado. Esto se evidenció en el primer gran paro contra el gobierno de Macri. Aquel 19 de octubre las mujeres paramos el país exigiendo al gobierno que deje de mirar para un costado mientras los femicidios se cobran la vida de una de nosotras cada día. Este año, el Paro Internacional de Mujeres del 8 de marzo, demostró que estamos de pie y somos millones en todo el mundo luchando por las banderas del feminismo. En los últimos años hemos avanzado en la conquista de derechos y la lucha por la soberanía sobre nuestros cuerpos, pero todavía son muchas de las libertades que nos faltan: Seguimos sufriendo la desigualdad de género en todos los aspectos de nuestras vidas. Un fuerte cercenamiento del espacio público mediante el acoso callejero, violencia que sufrimos todas y cada una de nosotras al salir a la calle. Violencia invisibilizada, naturalizada en micromachismos que refuerzan estereotipos de géneros vigentes. Imposibilidad de decidir cómo ejercer libremente nuestra sexualidad e imposibilidad de decidir sobre nuestro cuerpo al no haber una implementación real de la ley de Educación Sexual Integral, y no haberse aprobado la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Por último, una creciente violencia machista, avalada por la falta de respuesta estatal, que desencadena en la muerte de una mujer cada 18hs. Ante esto, es urgente que se declare la “Emergencia en Violencia contra las mujeres”, en todo el país.
Como parte del movimiento de mujeres y como estudiantes universitarias, queremos debatir el rol de la Universidad en este contexto. Si sigue reproduciendo las desigualdades de género o comienza a contribuir a la lucha por erradicarlas. En este sentido, debemos construir una educación con perspectiva feminista: exigimos que haya contenidos mínimos de género en los planes de estudio de todas las carreras, nuestra Universidad debe formar profesionales críticxs y feministas y para esto es necesario que el género sea transversal a la formación. Exigimos paridad en las listas de elección de todos los claustros. El espacio público fue históricamente reservado a los hombres y hoy en día en nuestra Universidad la mayor parte de los espacios de decisión siguen estando reservados para los hombres. Sin ir más lejos, la UNLP nunca tuvo una rectora ni vicerectora mujer. También debe haber una implementación real del Protocolo de acción ante situaciones de violencia dentro de la Universidad y luchar para la implementación inmediata del Cupo Laboral TTT (transgénero, transexual, travesti). Despatriarcalizar la academia es un necesario aporte del movimiento estudiantil al movimiento de mujeres.
LA UNIDAD NO ES UNA CONSIGNA, ES UNA CONDUCTA.
Trascurrido un año de conducción de la FULP, el Frente Milagro Sala no estuvo a la altura con las batallas que debemos dar. Durante este año, el movimiento estudiantil estuvo expuesto a disputas mezquinas que reducen la unidad a consigna vacía: Por parte de aquellos que sólo priorizan su auto referencia partidaria desde la conducción, como por parte de la izquierda sectaria desde afuera. Tampoco se ha avanzado en nuevas instancias de democratización que abran y llamen a la participación directa del conjunto estudiantil en estado de alerta por la situación económica, la emergencia social y la crisis presupuestaria en la educación pública.
En este sentido, rechazamos las excusas de quienes pretenden dividir al movimiento estudiantil platense mediante un sectarismo infantil y sin estar a la altura de las circunstancias. Creemos que el camino debe ser sobre la base de un programa de objetivos y luchas a dar contra el plan del gobierno y la avanzada de la Franja Morada, reinventando nuestras herramientas gremiales. Si nos dividimos, avanza la derecha. Si reproducimos o justificamos los viejos dogmas y conductas de la cultura política tradicional, también avanza la derecha. Por lo tanto y de cara al futuro, debemos accionar con decisión y coherencia. Porque si lo nuevo no lo empuja la juventud, difícilmente este momento de inflexión que vivimos en toda Latinoamérica, se logre encauzar en favor del pueblo.
POR UN NUEVO FRENTE AMPLIO DE UNIDAD ESTUDIANTIL
Es nuestra tarea irrenunciable plasmar una nueva mayoría estudiantil que nos fortalezca frente al ajuste macrista. Construir la FULP con amplitud, iniciativa y compromiso desde nuevas formas de participación plena de lxs estudiantes y levantando la unidad de todas las fuerzas que integramos el campo popular. Una potente opción frente a la Franja Morada -Juventud de CAMBIEMOS- que pretende ofrecerle al gobierno una Universidad del pensamiento único, planchada y cómplice del ajuste sobre lxs sectores populares y trabajadores, la represión a lxs que luchamos y la desaparición de Santiago Maldonado.
Construir una nueva gremialidad, en la que irrumpan la iniciativa creativa, la participación, la democratización de la información, el funcionamiento y la toma de decisiones. Unidad por más presupuesto para la educación pública, boleto educativo nacional, salario digno para nuestrxs docentes y trabajadorxs, democratización de todas las instancias universitarias. Para que la Universidad no sea un privilegio pocxs, para que la ciencia sea crítica y al servicio del pueblo.
Salir a las calles junto a las organizaciones del pueblo, para frenar la exclusión y la desigualdad. Organizarnos para que nadie se quede afuera de las aulas. Seguir peleando por una Universidad realmente pública, gratuita y de calidad que fomente la construcción de profesionales críticxs y comprometidxs con su tiempo. Dar la batalla de ideas en las aulas, en los barrios y en las calles para frenar los planes de Macri. Estamos en un punto de inflexión para Nuestra América, que requiere del mejor aporte de las juventudes y organizaciones del pueblo. Tomemos las banderas de lxs estudiantes que hace 100 años empujaron la reforma del 18, de la FUA del Cordobazo, de lxs compañerxs desaparecidxs, de quienes resistieron en las calles la LES y la entrega de los 90, y de lxs miles que hoy se encuentran movilizadxs en cada facultad. Es momento de comenzar a gestar desde nuestras diversas experiencias de lucha una nueva propuesta para la hora, que camine nuevos códigos políticos para el futuro de nuestro pueblo. En esta tarea, inventamos o erramos.
Movimiento Universitario Sur