Como
viene sucediendo de un tiempo a esta parte, desde el gobierno se volvió a
generar revuelo (sabrán ellos qué beneficio obtienen) con el dólar. Esta vez
fue por algunos artículos para la reforma del Código Civil -modificados por el
poder Ejecutivo- que referían a la cuestión de la pesificación de los
contratos.
En
realidad la economía argentina está altamente pesificada, con la excepción del
mercado inmobiliario donde los precios y la compraventa de inmuebles están
expresados y se concretan en dólares. Una porción de los alquileres de
propiedades de alta gama también se suelen establecer en la moneda
estadounidense, pero no así la enorme mayoría del resto de los contratos de
locación. No está mal entonces que también los precios y contratos de dicho
mercado se expresen en pesos -como sucede prácticamente en el resto de la
economía-, y que los contratos, en general, estén expresados en moneda
nacional. El senador Jaime Linares, del FAP, ha presentado un proyecto muy
serio al respecto.
Lo
que sí estaría mal, es que no se respeten las deudas legítimas contraídas en
dólares por el Estado, o que se capturen los depósitos en dicha moneda. Y mucho
peor aún, como sucede en la actualidad, que se impida a aquellos argentinos que
deciden ahorrar en dólares, poder hacerlo. Nadie desconoce que con la historia
económica que arrastramos en las últimas décadas, con un 25 por ciento de
inflación anual, y con tasas de interés a los plazos fijos en pesos fuertemente
negativas, muchos compatriotas buscan el dólar como refugio de sus ahorros, aun
cuando transitoriamente pierdan dinero por ello. Hay que respetar este derecho.
Lo
que sí se debe hacer, en cambio, es impedir seriamente la fuga de capitales,
principal razón de la falta de dólares y, peor aun, de inversión productiva,
que durante nueve años, este gobierno, permitió alegremente. Esa fuga no es
algo que realizan los pequeños ahorristas, a quienes hoy se afecta
directamente.
HUMBERTO
TUMINI, secretario general Movimiento Libres de Sur y miembro de la Mesa Nacional del Frente
Amplio Progresista.