SE REALIZÓ EL PLENARIO DE LA JUVENTUD

El Movimiento Universitario Sur, en la Juventud del Movimiento Proyecto Sur La Plata, realizó un plenario en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP para debatir sobre la situación política del país. Estudiantes de distintas facultades y jóvenes en general debatieron en base a dos ejes: Coyuntura Política y, Cultura y Juventud.

En la comisión de Coyuntura Política, analizaron que después de la crisis del 2001, la Argentina entraba en un nuevo proceso político, marcando la vida de una generación que será la que lleve adelante un modelo de país.

Allí, plantearon que el mundo, y en particular Latinoamérica, venía siendo azotado por el neoliberalismo, el cual, luego de la caída del muro de Berlín, se instaló de la forma más cruda en los países de nuestra región. En ese marco, reconocieron que el individualismo es el peor enemigo de los pueblos.

Sin embargo, entendieron que no todo era malo, porque al borde del abismo salió a relucir el coraje de este pueblo, hijos de la reforma universitaria del 18 y del Cordobazo, coparon las calles clamando “¡que se vayan todos!”, hartos de las prácticas políticas del bipartidismo PJ- UCR.

Después de un fuerte enfrentamiento con Eduardo Duhalde y saludando varias medidas progresistas del kirchnerismo, -manifestaron que- decidimos salir a enfrentarlo debido a que comenzó a aplicar medidas como la reapertura de canje de la deuda, el proyecto del tren bala, el veto a la ley de glaciares, los gestos a favor de la baja de imputabilidad y la represión a la juventud y a la protesta social. Sumado a esto, el acercamiento con los referentes más corruptos de la política Argentina, culminando en la asunción de Néstor Kirchner como presidente del PJ.

Por otro lado, figuras opositoras como De Narváez, Carrió, Reutemann, Macri, Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, entre otros, enmascaran una promesa de cambio que oculta sus verdaderos orígenes neoliberales, y son defensores de los intereses de los grandes grupos económicos, con un fuerte apoyo de los principales medios de comunicación.

Frente a esto, advirtieron que surge con fuerza un nuevo proyecto nacional y popular que encarga Pino Solanas, desde donde peleamos por un país re industrializado, con autonomía del imperialismo, integrado con los pueblos hermanos de Latinoamérica, con un Estado y un mercado interno fuertes, de empleo pleno y digno, sin pobreza, con justicia social y redistribución de la riqueza, donde se defienda el medio ambiente y haya educación y salud para todos y todas; con renovación institucional y política, sin corrupción; con igualdad de género y respeto a los derechos humanos. Sin ninguna discriminación, con democracia real y participación popular.

Para esto –aseguraron- es necesario construir un movimiento que unifique a los sectores más postergados de la sociedad: los trabajadores, los desocupados, los jóvenes, y todos los hombres y mujeres que estén dispuestos a forjar una alternativa al bipartidismo tradicional.

Por su parte, en la Comisión de Cultura y Juventud, cuestionaron a los que dicen que la juventud es violenta y que por eso hay que vigilarla en la calle mediante el Control Urbano, Patrulla Juvenil, cámaras de seguridad y policías de todos los colores (Bonaerense, Federal, Metropolitana); en las facultades con las guardias edilicias y las cámaras de seguridad y; por si faltaba más, con los patovicas.

En ese espacio no olvidaron la golpiza a los pibes en Plaza Moreno durante un “rateada”; ni los casos de gatillo fácil; ni el asesinato de Rubén Carballo por parte de la policía en un recital de Viejas Locas; ni de Luciano Arruga, desaparecido por la Bonaerense; ni de los pibes que mataron en Bariloche.

Los jóvenes aseguraron que desde el 2001 los sectores populares recogieron un cúmulo de experiencias que los ilusiona con un futuro mejor; ya que las banderas que nos habían roto en la década del ’70 hoy se pueden ver otra vez en las calles. Se trata de la juventud rebelde, harta de los partidos tradicionales, de la cultura política egoísta y tramposa, que está dispuesta a enfrentar la nueva etapa, recogiendo experiencias históricas de la juventud.