NOCHE DE LOS LÁPICES: JORNADA DE RECUERDOS Y DE LUCHA DE LA JUVENTUD DE LIBRES DEL SUR

La Juventud del Movimiento Libres del Sur se movilizó hoy como cada 16 de septiembre, nos movilizamos para recordar a los jóvenes desaparecidos durante la Noche de los Lápices sucedida en 1976, durante la dictadura cívica militar. Esa noche, fueron arrancados de sus hogares siete jóvenes estudiantes de entre 16 y 18 años, en su mayoría militantes o ex-militantes de la Unión Estudiantil Secundaria (UES), que demandaban en La Plata el Boleto Escolar Secundario, suprimido por el gobierno militar.
Los Jóvenes de Pie levantaron las banderas de los compañeros desaparecidos y denunciaron que en la actualidad, el Gobernador Daniel Scioli sigue vulnerando derechos como sucede desde hace más de 30 años. La puesta en calle, las últimas semanas, de las “patrullas juveniles” es un claro indicio de hacia dónde apunta la política del mandatario hacia ellos. Ese hecho fue aislado, sino se conoce su intención de bajar la edad de imputabilidad de los menores, como así también reformar el Código Contravencional. Como contrapartida, el Ministerio de Desarrollo Social provincial decidió terminar con el programa “Proyecto adolescente”, que tendía a la inclusión de los jóvenes mediante talleres, formaciones en derechos humanos y actividades recreativas a través de becas juveniles.Por su parte, el Movimiento Universitario Sur repudió la represión sufrida por los estudiantes de la Facultad de Naturales y Museo el mediodía del miércoles 15 por parte de la Policía Federal y la detención de cinco compañeros que ya fueron liderados. Además, denunciaron el ahogo presupuestario en Educación por parte de los distintos gobiernos, como el de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, los provinciales y el Nacional que provocó que distintas facultades de la UBA permanezcan tomadas. En la UNLP, sumado a los problemas de infraestructura, desde principio de año las autoridades vienen amenazando con aumentar el comedor lo que dejaría a miles de compañeros sin la posibilidad de estudiar y, para colmo, Cristina Fernández manda a reprimir a aquellos que quieren alzar su voz.