Para Vidal la educación es una variable de ajuste


Opinión. Por Ailen Malacalza, Docentes en Libres del Sur.

Llegamos a la fecha para el inicio del ciclo lectivo, y como todos los años , la Educación, en especial el desempeño docente, vuelve a estar en el ojo de la tormenta. 

Como educadores y educadoras observamos con gran preocupación el ataque que viene sufriendo la educación pública a lo largo de los últimos años: Cierre de cursos y escuelas, y recientemente la información del cierre de escuelas rurales y establecimientos de la zona del delta. 

A esto le sumamos el cese de docentes provisiones y suplentes; el traspaso de los centros de formación profesional (escuela de oficios) a la órbita del Ministerio de Trabajo, con destino incierto de la continuidad laboral de sus docentes; cierre de cientos de puntos del Programa Fines, vaciamiento de la modalidad de Educación de Adultos y de Programas Educativos inclusivos (CAJ, CAI), con congelamiento de presupuesto, sueldos atrasados y condiciones de trabajo pésimas. 

La gobernadora de la provincia, Maria Eugenia Vidal, se muestra agresiva con la dirigencia gremial docente, al igual que hace el gobierno nacional; pero detrás de esa máscara esconde su verdaderas intenciones, que es la desarticulación de la organización de los trabajadores y trabajadoras docentes para limitar su capacidad de lucha y cerrar acuerdos salariales que sostengan una pérdida del poder adquisitivo. 

Una muestra de esto es la actual propuesta, en la última reunión paritaria el aumento propuesto fue del 15%, a pagar en tres tramos, sin "cláusula gatillo", más el pago de un "premio por presentismo" en negro, que "castiga" a aquellxs docentes que, por razones de salud, deben ausentarse de sus puestos de trabajo y hacer uso de una licencia. 

En definitiva, un nuevo ataque a lxs docentes que hagan uso de sus derechos laborales, frente a una inflación que sube y rompe los pronósticos del gobierno nacional, un dólar en aumento y una suba en los precios, sumado al aumento del transporte público y de los servicios. Es grave y genera una gran preocupación la pérdida del poder adquisitivo de los docentes y la repercusión en su calidad de vida y sus familias.