22 de Marzo Día Mundial del Agua


 AGUA, COMPUESTO ELEMENTAL DE LA VIDA TODA: “ORO AZUL”



El planteamiento de que el agua del planeta es inagotable es trágicamente erróneo. El caudal de agua dulce no alcanza ni la mitad del uno por ciento de toda el agua de la tierra. El resto es agua salada, o forma parte de los hielos polares y de los glaciares.

Debido a la congestión de las grandes urbes, a la deforestación, al desvío de las aguas por necesidades de irrigación agrícola y EL USO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS, hasta esta ínfima parte de agua dulce (1%) está desapareciendo a la par que se va secando la superficie de la tierra; a este ritmo, el agua de todas las cuencas de los ríos de todos los continentes irá agotándose de manera ininterrumpida.

Según las Naciones Unidas, el agua potable ya escasea para mil millones de personas. De seguir así, de aquí al año 2025, la demanda de agua dulce llegará a superar la disponible hoy día en un 56 por ciento

A medida que se va intensificando la crisis del agua, los gobiernos del mundo entero - presionados por las grandes multinacionales - están abogando por una solución radical: la privatización, la reificación y el desvío masivo de las aguas. Los partidarios de este sistema opinan que esta sería la única manera de poder abastecer a los lugares del mundo donde se padece sed. Empero, sabemos por experiencia que la venta del agua en un mercado abierto no sirve para colmar las necesidades de los pobres y sedientos. Muy al contrario, el agua privatizada termina en manos de quiénes pueden pagar por ella, tales como las personas y ciudades pudientes, y las industrias que hacen un uso intensivo del agua, entre las que cabe mencionar la agricultura y la de alta tecnología.

"El agua fluye río arriba, hacia el dinero", comentaba un residente en pleno desierto de Nuevo México, cuando el agua de su localidad fue desviada para uso y beneficio de una industria de alta tecnología." Siendo el caso en Argentina de Mina La Alumbrera, Andagalá, Pascua Lama, Malargue entre otros, con la consecuente contaminación de las napas de agua y en detrimento de los glaciares y la salud pública.

El impulso hacia la reificación del agua surge en un momento en que el impacto social, político y económico de la escasez del agua va convirtiéndose rápidamente en una fuerza desestabilizadora, que hace brotar conflictos relacionados con el agua en muchas partes del mundo y que llevan a guerras por el agua.

Importantes organizaciones dedicadas a la investigación y al medio ambiente: el Worldwatch Institute, el World Resources Institute y el programa de Naciones Unidas sobre medio ambiente llevan más de diez años alertando : si el consumo de agua sigue incrementándose al ritmo actual, los resultados serán devastadores para la tierra y sus habitantes. Grupos tales como International Rivers Network, Greenpeace, Clean Waters Network, Sierra Club y Friends of the Earth International, junto con miles de grupos comunitarios del mundo entero, están luchando contra la construcción de nuevas presas, y buscando rehabilitar los ríos y pantanos en deterioro, enfrentándose a la industria por la contaminación de las aguas y protegiendo las ballenas y otras especies acuáticas de la caza y de la sobrepesca. En algunos países, los especialistas han logrado encontrar nuevas y alentadoras soluciones a estos problemas.

NOS DEBEMOS PREGUNTAR ENTONCES:

¿A quién le pertenece el agua? ¿Acaso debe pertenecer a alguien? ¿Debería ser privatizada? ¿Qué derecho tienen las grandes multinacionales a adquirir los sistemas hidrológicos? ¿Acaso debe el agua ser intercambiado en un mercado abierto como una mercancía cualquiera? ¿Qué leyes son necesarias para proteger el agua? ¿En qué consiste el papel del gobierno? ¿Cómo pueden los países ricos en recursos hídricos compartir el agua con los países menos afortunados? ¿Quién es el guardián de la sangre que le da vida a la naturaleza? ¿Cómo puede el ciudadano de a pie involucrarse en el proceso?

Hay análisis y recomendaciones que se basan en el principio que el agua es parte del patrimonio de la tierra y que como tal debe preservarse en el dominio público por todos los tiempos y protegerse mediante rigurosas leyes locales, nacionales e internacionales. Lo que está en juego es la noción de los bienes comunes, es decir la idea que a través de nuestras instituciones públicas reconocemos la existencia de un patrimonio humano y natural común que ha de ser preservado para las generaciones venideras. Cada localidad debe de actuar como el perro guardián de nuestras aguas y de nuestros otros bienes naturales estableciendo principios para controlar el uso de tan preciados recursos.

Ante todo es menester proceder a una reestructuración radical de nuestras sociedades y estilos de vida, con el fin de impedir que la superficie de la tierra quede deshidratada, y aprender a convivir con los ecosistemas creados para alimentar la vida en derredor del agua. Y debemos renunciar a la comodísima noción de que podemos usar y abusar impunemente de los preciados recursos acuáticos del mundo, ya que de alguna manera la tecnología terminará por aportar soluciones. No hay "arreglo" posible para un planeta en el que se ha agotado el agua.

Ha llegado el momento de adoptar una postura clara, con principios bien definidos, para poner alto a la devastación sistemática de los sistemas hidrográficos del mundo. A largo plazo, las naciones-estado tendrán que disponer de nuevas herramientas para establecer la normativa y las protecciones necesarias para salvar sus sistemas hidrográficos. Se debe desarrollar un derecho internacional que reconozca las obligaciones sociales del capital mundial en lo que se refiere a los intereses de los bienes comunes acuáticos del mundo, y que tenga el poder ejecutorio necesario. Pero si queremos salvar el planeta tierra, lo más fundamental es que sus ciudadanos empiecen a movilizarse sin perder ni un segundo más.

Y para finalizar recordemos EL ACUÍFERO GUARANÍ

Abarca BRASIL, ARGENTINA, PARAGUAY Y URUGUAY

Sin dudas la más grandes de las reservas de agua dulce del mundo se encuentra en América del sur; el Acuífero Guaraní.
América del Sur cuenta con el 6% de la población mundial, pero cuenta con el 26% del agua dulce utilizable del planeta. En la cuenca Amazónica se haya el 16% de esta reserva y es más que suficiente para abastecer a toda la mundial.

Se trata de una reserva subterránea que cubre casi 1,2 millones de kilómetros cuadrados y la cantidad de agua con la que cuente se estima en 50.000 kilómetros cúbicos.

Si bien hay varias reservas de agua dulce en el mundo, recuerda cuidar, apreciar y ahorrar cada gota de agua.


Dr Nemesio San Román
ISEPCI  La Plata