MEJOR CALIDAD DE VIDA ES SALUD Y SEGURIDAD
La lucha por mejorar la calidad de vida de las personas se relaciona directamente con las cuestiones de salud y medio ambiente.
En nuestra ciudad los déficts infraestructurales alcanzan niveles alarmantes, particularmente en los barrios más humildes. Basurales a cielo abierto, contaminación de las napas de agua y de los arroyos, inundaciones y/o falta de agua potable, contaminación atmosférica, olores nauseabundos y una insuficiente tarea de limpieza, mantenimiento e iluminación de terrenos baldíos y espacios públicos forman parte de esta problemática.
De las complejas consecuencias que esta situación acarrea nos interesa destacar dos. Por un lado las relativas a la salud, ya que se ha instalado un escenario favorable a la difusión de enfermedades bacterianas de la piel, respiratorias o digestivas, e incluso peores debido a la proliferación de roedores y otros agentes de transmisión.
Por otro lado, la problemática de la seguridad. El pasto alto, la oscuridad y el aislamiento proporcionan condiciones aptas para la comisión de hechos que atentan contra la seguridad (violaciones, abusos, hurtos, etc.). Somos conscientes de que el problema de la seguridad es altamente complejo como para atribuirle una única y sencilla solución. Sin embargo, la limpieza, iluminación y mantenimiento de los espacios públicos y terrenos baldíos es un aporte ineludible que el Municipio debe llevar adelante.
Un elemento adicional es la posibilidad de contribuir a la creación de empleo, a través de la puesta en marcha de un programa de reciclado, y la optimización de la inversión de recursos municipales.
A lo mencionado en el gráfico hay que sumarle, por ejemplo en el período 2005, los $ 2.424.442 de gastos en deposición final de la basura es decir lo que le costó al Municipio por volumen de residuos domiciliarios el depositarla en el CEAMSE, en virtud de la Ley 9.111 y Directiva General 1/77.
En resumen el Municipio gastó en el 2005 $38.221.433 en relación a los residuos, es decir, casi el 17 % del total; mientras que gastó en Salud, Educación, Centros Comunales y atención a los chicos en los comedores un 10 %.
Esto señala, en principio, que además del problema ecológico-ambiental y sanitario, la reducción del volumen de basura, el generar cambios de actitud y de hábitos en el manejo de residuos domiciliarios, el concientizar a la población de la importancia de la clasificación y el reciclado de la basura; crean beneficios de índole económicos, reduciendo gastos, que pueden ser direccionados a otras áreas, y generando recursos, proveniente del reciclado y su consecuente creación de empleo.
Estas cuestiones se vienen debatiendo en nuestra sociedad cada vez con mayor insistencia, pero es en los barrios pobres donde se sufre en carne propia, particularmente entre los niños, la falta de atención y solución de los problemas antes señalados.
Los abajo firmantes asumimos nuestra responsabilidad de concientizar a las vecinas y vecinos para que participen activamente en este asunto, tanto encarando directamente algunas soluciones como reclamando al Estado Municipal que tome cartas en el asunto y se haga eco, efectivamente de los reclamos populares, abriendo, asimismo, canales de participación popular en la gestión de la cuestión ambiental.
Es por ello que, tras reiterados planteamientos barriales a las delegaciones y a la Municipalidad de La Plata, y luego de algunas acciones autónomas como limpieza de basurales por cuenta propia, y ante la falta de respuestas de las autoridades municipales a reiterados reclamos de nuestros barrios, nos movilizamos para ser escuchados y para que sea atendidas las necesidades que, en la materia, tienen los sectores más humildes y postergados de nuestra sociedad.
La lucha por mejorar la calidad de vida de las personas se relaciona directamente con las cuestiones de salud y medio ambiente.
En nuestra ciudad los déficts infraestructurales alcanzan niveles alarmantes, particularmente en los barrios más humildes. Basurales a cielo abierto, contaminación de las napas de agua y de los arroyos, inundaciones y/o falta de agua potable, contaminación atmosférica, olores nauseabundos y una insuficiente tarea de limpieza, mantenimiento e iluminación de terrenos baldíos y espacios públicos forman parte de esta problemática.
De las complejas consecuencias que esta situación acarrea nos interesa destacar dos. Por un lado las relativas a la salud, ya que se ha instalado un escenario favorable a la difusión de enfermedades bacterianas de la piel, respiratorias o digestivas, e incluso peores debido a la proliferación de roedores y otros agentes de transmisión.
Por otro lado, la problemática de la seguridad. El pasto alto, la oscuridad y el aislamiento proporcionan condiciones aptas para la comisión de hechos que atentan contra la seguridad (violaciones, abusos, hurtos, etc.). Somos conscientes de que el problema de la seguridad es altamente complejo como para atribuirle una única y sencilla solución. Sin embargo, la limpieza, iluminación y mantenimiento de los espacios públicos y terrenos baldíos es un aporte ineludible que el Municipio debe llevar adelante.
Un elemento adicional es la posibilidad de contribuir a la creación de empleo, a través de la puesta en marcha de un programa de reciclado, y la optimización de la inversión de recursos municipales.
A lo mencionado en el gráfico hay que sumarle, por ejemplo en el período 2005, los $ 2.424.442 de gastos en deposición final de la basura es decir lo que le costó al Municipio por volumen de residuos domiciliarios el depositarla en el CEAMSE, en virtud de la Ley 9.111 y Directiva General 1/77.
En resumen el Municipio gastó en el 2005 $38.221.433 en relación a los residuos, es decir, casi el 17 % del total; mientras que gastó en Salud, Educación, Centros Comunales y atención a los chicos en los comedores un 10 %.
Esto señala, en principio, que además del problema ecológico-ambiental y sanitario, la reducción del volumen de basura, el generar cambios de actitud y de hábitos en el manejo de residuos domiciliarios, el concientizar a la población de la importancia de la clasificación y el reciclado de la basura; crean beneficios de índole económicos, reduciendo gastos, que pueden ser direccionados a otras áreas, y generando recursos, proveniente del reciclado y su consecuente creación de empleo.
Estas cuestiones se vienen debatiendo en nuestra sociedad cada vez con mayor insistencia, pero es en los barrios pobres donde se sufre en carne propia, particularmente entre los niños, la falta de atención y solución de los problemas antes señalados.
Los abajo firmantes asumimos nuestra responsabilidad de concientizar a las vecinas y vecinos para que participen activamente en este asunto, tanto encarando directamente algunas soluciones como reclamando al Estado Municipal que tome cartas en el asunto y se haga eco, efectivamente de los reclamos populares, abriendo, asimismo, canales de participación popular en la gestión de la cuestión ambiental.
Es por ello que, tras reiterados planteamientos barriales a las delegaciones y a la Municipalidad de La Plata, y luego de algunas acciones autónomas como limpieza de basurales por cuenta propia, y ante la falta de respuestas de las autoridades municipales a reiterados reclamos de nuestros barrios, nos movilizamos para ser escuchados y para que sea atendidas las necesidades que, en la materia, tienen los sectores más humildes y postergados de nuestra sociedad.